La jungla electrónica
En lo real y lo irreal, en cualquiera de las noches de ruidos de chatarra ronroneante y atmosferas que exhalan trance. La jungla del sonido, la percusión balística a ratos y el akelarre electrónico continua en llamas, la fuga constante del subconsciente fugaz. La soltura para asociar fortaleza y sensibilidad en un solo motivo, vivir.
El menú especial en esta ocasión fueron 3 antiguayas armadas con sampleadores de diversa consideración, la magia combinable y versátil en una sesión incombustible, inconfundible e itinerante en un viaje marcado por la contundencia y el relax.
La tecnologia es externa, es extraña y accesoria, debe asistir y no influir en exceso al individuo que decide virtualizar su conocimiento "modo virtual know". Depositar o confiar que el conocimiento yace en la nube. Es como esperar a que llueva cuando se tiene sed y no conocer los manantiales donde puedes beber todos los días. En el fondo no existe el internet de las cosas y todo eso signigica ser dependiente de los datos ajenos.
Surge el concepto de modo local, o almacenamiento local, ciertas maquinas deberían permanecer asi para preservar independientemente datos propios.
En un mundo virtual, desconocido, oculto, emoelectrónicosa la vez, la musica sigue fluyendo, los automatas se siguen moviendo y la espectación crece a espera de ampliar el conocimiento.
En una visión allá por el 2008, colectivos de Makers y citylabs se pusieron en marcha. Su aplicación al videoart potencia los sentidos electrónicos de los conceptos, la percepción de nuevos espectadores sensibles, como cyborgs, núbicos y emoelectrónicos, proyectos propios, amalgamas paralelas de lo que se conoce hoy como técnica, artes y pensamiento, una ruta alternativa y satisfactoria.
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